Viscosuplementación para la artrosis de rodilla
Definición
El procedimiento, denominado viscosuplementación, consiste en la inyección de una preparación de ácido hialurónico en el interior de la articulación de la rodilla.
El ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra normalmente en el líquido sinovial articular. Actúa como un lubricante y permite que los huesos se deslicen suavemente uno contra otro, y como absorbente del choque de las sobrecargas articulares. Sin embargo, las personas con artrosis tienen una concentración de ácido hialurónico en sus articulaciones, inferior a la normal.
La viscosuplementación puede ser una opción terapéutica para los individuos con artrosis de rodilla.
Efectos de la viscosuplementación
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El ácido hialurónico no tiene un efecto analgésico inmediato. Durante el curso del tratamiento el dolor de la rodilla va disminuyendo.
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El ácido hialurónico parece tener propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Sus efectos pueden prolongarse varios meses.
El objetivo de las infiltraciones consiste en aliviar el dolor y las manifestaciones inflamatorias, prevenir o recuperar la limitación funcional y disminuir la necesidad de tratamientos más agresivos (si la artrosis ha dejado de responder a la terapia convencional y se intenta retrasrar la inevitable cirugía, esta opción terapéutica puede ser muy válida).
Indicaciones:
Generalmente en el control del dolor se realiza por el médico de atención primaria siguiendo la Escalera analgésica de la OMS, junto con la administración de Fármacos coadyuvantes (antidepresivos/ antiepilépticos /corticoides/ etc), fisioterapia y la aplicación tópica de analgésicos.
Con el fin de evitar los efectos secundarios de los fármacos y la limitación temporal del alivio que proporcionan, la inyección intraarticular de corticosteroides (sólo indicadas en las crisis álgicas temporales) y la Viscosuplementación podrían tener su espacio en la escala de tratamiento.
La inyección intraarticular de Acido Hialurónico ha demostrado aliviar el dolor en pacientes que no lo consiguen con medidas no farmacológicas o fármacos analgésicos y estarían indicados entre el segundo y tercer escalón de la secuencia analgésica de la OMS.